Cuándo la gente de Instagram decidió cambiar su icono a mi casi me da un telele dándole vueltas a la cabeza de como narices iba a conseguir algo remotamente parecido a eso.
Tras mucho darle vueltas a la mezcolanza de colores y donde habría podido ver yo algo similar me acodé de la escena de la comida de Hook (película que por cierto me encanta y parece que todo el mundo odia, no entiendo porque) y aún que no tenía intención de pelearme con la tarta si que se me ocurrió que podía usar distintos glaseados y «pintar» el logo encima de la tarta.
Pero después de la de Facebook, una «tarta pintada» para Instagram me parecía poco, por eso decidí hacer los glaseados con frutas y usar la fruta restante de cada glaseado para decorar la tarta, (también lleva colorantes, no solo fruta).
El resultado como veréis en la foto es una tarta de aspecto más que apetecible que cambia de sabor a cada bocado. Yo recomiendo dejarla un día en la nevera después de hecha para que el bizcocho se impregne bien del sabor a fruta, y aunque yo no lo hice, si te animas a rellenarla de una crema pastelera ya triunfas seguro.